jueves, 17 de septiembre de 2015

Día por Rotterdam y más


Kinderdijk
Jueves 8:30 h. David tiene un evento de trabajo en la zona de Rotterdam (Ridderkerk) así que le llevamos junto con un compañero y mientras ellos hacen sus tareas nosotros nos vamos a turistear por los alrededores. Empezamos por Kinderdijk, un pueblo situado en la confluencia de tres ríos en el que se asientan una serie de 19 molinos de viento. El lugar es patrimonio de la Unesco desde 1997. Los molinos se construyeron en el siglo XVIII inicialmente en madera y posteriormente en ladrillo, y el sistema motriz fue evolucionando desde el viento hasta el gasoil y la electricidad en los últimos tiempos. Su misión en todo caso era la de equilibrar el nivel de las aguas entre los ríos para evitar inundaciones manteniendo además una humedad adecuada en los suelos de cultivo. La visita puede realizarse a pie, en bicicleta o en barco, pudiendo visitar dos de los molinos convertidos en museo y pudiendo ver además un audiovisual (solo en inglés o francés, preparaos...) donde se cuenta la historia completa. Los molinos museo recrean el modo de vida de la época y se ve el funcionamiento de las aspas, el eje y las palas. La torre donde se instalan las aspas es giratoria y se orienta mediante un sistema de polea mandado por un volante y asegurado con cadenas a unos pivotes de piedra distribuidos alrededor del perímetro del molino. La pena es que se ha puesto a llover con intensidad y con bastante aire, con lo que las fotos han quedado poco lucidas (y nosotros algo empapados...)


Dormitorio y ajuar de la molinera
Ya la hora de comer encima, hemos ido hasta Rotterdam y hemos localizado -con bastante dificultad por los cortes de calles y obras de peatonalización en el entorno inmediato- un curioso y afamado mercado y centro de restauración llamado Markthal. Su diseño en forma de túnel o semicilindro hueco es totalmente inédito. Las paredes del túnel son en realidad viviendas con ventanas al exterior e interior del recinto, que está decorado con motivos florales y de naturaleza muy colorido. Las dos bocas del túnel están acristaladas y por una de ellas se ven las casas cubo y una curiosa torre (de cuyo nombre no he logrado enterarme...). En el interior hay numerosos puestos de fruta, carne, pescado, pastelería... una tienda de comida china y restaurante... Se puede comer casi de todo y a precios asequibles en un ambiente de lo más curioso y modernista. 
Casas cubo

Markthal

Interior de Markthal
Hemos deambulado un poco por los alrededores donde se localizan varias calles de tiendas de todas las marcas habidas y por haber y "enseguida" nos hemos dirigido a Dordrecht (disfrutando los imponentes atascos en los anillos de Rotterdam y pueblos limítrofes). Se trata de un pueblo con gran tradición en el comercio marítimo como lo atestigua su importante puerto fluvial sobre el río  Merwede. En el centro hemos paseado por una zona peatonal con elegantes edificios  y numerosos comercios y lugares de ocio y restauración, y hemos contemplado algún canal con las típicas casas agolpadas sobre sus orillas. 
Plaza de Dordrecht

Hermoso edificio
Y sobre las 20:00 hemos recogido a David en el muelle del waterbus (como si fuera un andén de estación de tren pero flotante) donde les ha dejado el barco en que ha culminado su jornada laboral con los clientes. En España les habrían llevado de copas pero estamos en Holanda....

Hemos llegado a Amsterdam a las 21:30 h. Una jornada agotadora de más de 13 horas pero que nos ha resultado provechosa a cada uno en lo suyo.

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